jueves, 28 de febrero de 2013

La Batalla de Stamford Bridge

Hace unos días vimos los más importantes hitos en la vida del rey Hardrada de Noruega. Como pudimos leer, la vida de este personaje tan representativo de los últimos días de la era Vikinga, halló un brusco final el 25 de septiembre de 1066 durante la batalla de Stamford Bridge mientra se enfrentaba e a Harold Godwinsson por el trono de Inglaterra. Hoy vamos a profundizar en los hechos acaecidos aquel día.


Veamos los antecedentes que llevan a este sangriento conflicto:
Por un lado tenemos una lucha a brazo partido por la sucesión al trono inglés tras la muerte de Eduardo el Confesor. En esta época el heredero al trono no es escogido únicamente por linaje, sino que debe ser elegido en consejo. Esto supone que en periodos de sucesión los más poderosos jarls y thengs de Inglaterra establecen pactos, sobornan con tratados o coaccionan por la fuerza a nobles menores para lograr su apoyo al trono. El resultado en esta ocasión es que Harold Godwinsson es elegido como rey de Inglaterra. Sin embargo, su hermano Tostig Godwinsson también tiene fuertes aspiraciones al trono. Es debido a esta ambición por lo que Harold, una vez coronado, lo desterró arrebatándole el título de Earl de Northumbria.
Por el otro lado tenemos a Harald el Implacable. Un hombre con una fuerte ambición y gran experiencia en el mundo militar, como ya vimos en la anterior entrada. Tras su fallido intento de tomar Dinamarca por las armas, Harald pone sus ojos en el antiguo dominio escandinavo de las Islas Británicas. Es por entonces que recibe una invitación de Tostig para ayudarle a conseguir el gobierno de la isla, en cuyo caso le jurará lealtad al noruego convirtiéndole en rey de Noruega e Inglaterra. Harald, viendo la oportunidad, zarpa con 300 naves en pie de guerra.

La hueste de Harald (que se estima en unos 15 000 hombres) desembarca al noreste de Inglaterra, cerca de York, donde recibe refuerzos de las levas escocesas y flamencas reclutadas por Tostig. Ponen rumbo a la ciudad donde encontrarán por primera vez resistencia organizada liderada por  Edwin, el Earl de Mercia y por el nuevo Earl de Northumbria, Morcar. El resultado es indudablemente favorable para los noruegos que, en la Batalla de Fulford, consiguen la victoria tomando botín y rehenes y lo que es más importante; logrando la rendición de York. Sin embargo, en un estilo de guerra muy vikingo, tras haber tomado provisiones y rehenes los invasores regresan a sus naves, atracadas en Riccall. Así pues se marchan no sin antes haber logrado la promesa de Northumbria de apoyar las aspiraciones al trono de Harald Hardrada y de entregar mas rehenes en Stamford Bridge.

Es importante señalar ahora que no sabemos muy bien dónde tuvo lugar exactamente la batalla. Sabemos que tuvo que lucharse a orillas del río Derwent en torno al lugar donde se halla la moderna población de Stamford Bridge, pero por lo que se ha podido verificar, no existía ningún puente en aquellos tiempos. De hecho el nombre del sitio proviene de la conjunción de las palabras "stone" (piedra) y "ford" (vado), señalando un accidente natural del terreno donde el río podía vadearse. También sabemos que a un kilómetro y medio de este sitio se encontraba una antigua población romana de nombre Darventio, donde existía un puente. Así pues, si la batalla tuvo lugar en el vado, en el puente romano o si durante los hechos de aquel frenético día las tropas se movieron de uno a otro sitio, no podemos saberlo.

El caso es que el rey Godwinsson, sabiendo que los noruegos han establecido el acuerdo para la entrega de rehenes, se pone en marcha con su ejército a toda velocidad. Aquí debemos rendir homenaje al rey sajón, dado que en solo cuatro días recorre el larguísimo camino entre Londres y Yorkshire. Esto, por supuesto, coge por sorpresa a los invasores, que de ninguna manera esperan refuerzos de los sajones tan pronto. Es más, tan a salvo se creían que, debido al calor, dejaron sus armaduras en las naves para el intercambio de rehenes. Y así, con un ejército extenuado por la larga marcha y otro sorprendido y sin equipar, comienza la batalla.
La hueste noruega se había dividido, dejando a una parte de los suyos (presumiblemente para recoger a los rehenes) en la orilla occidental del río, mientras el grueso de su ejército esperaba en la orilla oriental. Los noruegos no tienen la menor idea de que están bajo ataque hasta que ven en el horizonte la nube de polvo que señala la llegada del ejército sajón. Cunde la alarma y los hombres del norte corren como al que lleva el Diablo a recoger escudo, lanza y espada para formar el muro de escudos.
Los vikingos que esperaban en la orilla occidental fueron rápidamente aniquilados por los sajones que les superaban en número y armas, sin embargo algo retrasa el cruce del río y permite a la hueste vikinga prepararse.
Si hacemos caso a las Crónicas Anglo-Sajonas, el motivo de esta interrupción es un huscarl, que provisto de una hacha danesa o hacha de dos manos, toma el puente y no permite cruzar a nadie. Según dicho documento este guerrero (que merece sin duda un lugar en las sagas) mató a 40 sajones antes de que un lancero le hiriera de muerte desde el lecho del río usando una larga lanza.
Sea como fuere, el caso es que los sajones cruzan finalmente el río y traban escudos con los invasores. La batalla que sigue es breve y brutal. Los noruegos se retiran a la única posición defendible, High Catton, donde establecen una defensa fútil. Por un momento parece que las tornas van cambiar cuando los refuerzos que habían permanecido con las naves en Riccall, al mando de Eystein Orri, llegan extenuadas pero completamente equipadas para unirse a la batalla y lanzan una carga feroz en lo que la tradición noruega describe como "El asalto de Orri", pero finalmente fueron superados y Orri halla la muerte. También hallan la muerte el rey Hardrada, atravesado por una flecha y Tostig Godwinssson, y el estandarte noruego Landøyðan, que no había conocido derrota en dos décadas, fue pisoteado por los sajones victoriosos.
En la desbandada que se produce tras la derrota la mayor parte de las fuerzas noruegas son aniquiladas. Hasta tal punto llega la carnicería que de las 300 naves que inciaron la campaña, únicamente 20 regresan al hogar. Sin embargo la victoria de Harold Godwinsson será breve, ya que solo tres semanas después morirá también atravesado por una flecha en la Batalla de Hastings.

Hoy en día, en la población de Stamford Bridge, podemos encontrar un monumento en el que escrito en noruego e inglés se puede leer:

LA BATALLA DE STAMFORD BRIDGE FUE LIBRADA EN ESTOS ALREDEDORES EL 25 DE SEPTIEMBRE DE 1066

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